viernes, 15 de marzo de 2019

La aventura de Lechuga (y otros entes)

"Era una noche oscura y tormentosa. Lechuga corría por el bosque... asustaba, un lobo la perseguía muy de cerca, tanto que un momento estuvo a punto de alcanzarla y darle un tremendo mordisco con sus enormes colmillos. Lechuga logró escaparse de ese ataque y corrió, corrió, corrió por entre los árboles y la maleza buscando una salvación... Estaba agotada y cuando una jauría de lobos (seguro los otros se habían unido al primero durante la persecución) estaba a punto de darle alcance... Lechuga encontró una madriguera de conejos, entró en ella y... se salvó".  Al menos eso es lo que mi hijo de 3 años me contó el otro día. Yo, la verdad, creo que a la pobre Lechuga le habría ido mejor con los lobos; para qué estamos con cosas, al primer mordisco la habrían dejado libre, pero con los conejos.... como sea, a mi niño le encanta inventar historias y cuentos, especialmente de terror y estaba tan concentrado contándome éste que no iba a interrumpirlo con acotaciones intrascendentes (para él, no para la protagonista).  Existe otra versión en la que huía con su amiga Berenjena, pero la primera es la mejor.
Me encanta oírlo y verlo contar sus historias, entrecierra los ojos, levanta las manos lentamente y pone voz de circunstancia. Mirarlo es genial. A veces me pregunto cómo cabe en su habitación con tanto amigo imaginario que tiene, porque deben saber que en ella viven el Baboteo, Quisquibilías, Cascabeleas y la vaca Telebrosa. El baboteo no tengo muy claro lo que es, lo mismo con los otros dos siguientes; la vaca Telebrosa es una vaca negra que vive debajo de la cama asustando gente y que come quizás qué (no he tratado de averiguarlo). El último del que supe, (pero ése vive en el patio por suerte), y que, según mi hijo, le da miedo, fue el Turmalino, que es un geco negro con muchos muchos ojos en la espalda y una boca en la cola.... Sí, a mi también me dio susto.

lunes, 16 de enero de 2017

Siesta en Valparaíso.

Siempre me ha gustado Valparaíso, encuentro que es una ciudad con magia, aunque cada día que pasa siento que cada vez tiene menos.  Y es que la cantidad de mugre que tiran a la calle sus habitantes, los rayados asquerosos en las murallas y los arquitectos descriteriados, que no tienen ninguna consideración con el entorno patrimonial a la hora de diseñar un nuevo edificio, hacen que la magia vaya desapareciendo. 
Valparaíso se va convirtiendo día a día en una ciudad cada vez más fea, pero a veces ocurre que uno va caminando por sus calles y se encuentra con algo así:
Y entonces me alegro de seguir caminando por aquí.  
Que tengan un hermoso día. :D 
(P.D.:Imagen propia.)

jueves, 5 de enero de 2017

Mal inicio de 2017.

Estamos recién comenzando el año y ya siento que las circunstancias me han sobrepasado. Estoy... casi no estoy. Tengo dos hijos hermosos, pero de los que debo responsabilizarme al menos por 25 años más, hasta que salgan de la universidad. Eso no sería gran problema en realidad si sólo fuera eso, si viviéramos en nuestra casa y tuviera un trabajo con el que pudiera mantenernos, pero mi sueldo no alcanza para eso, por lo tanto tenemos que vivir en casa de mis padres, en donde apenas cabemos, y compartir todo con ellos, mi hermana, quien se tomó un año sabático y ahora no quiere volver a trabajar, y su hija de 19 años, que también se tomó un año sabático, que no piensa estudiar ni trabajar en el futuro y que, además, para completarla, se embarazó de un viejo de 37 años.  Como dije mi sueldo no es gran cosa, si lo fuera viviría en mi propia casa; mis padres son jubilados, así es que tampoco ganan mucho y, con todo esto que pasa, mi mamá tiene depresión, más por ver a su primogénita y a su nieta hacer nada de sus vidas que por la falta de dinero. 
Hace una semana terminé de bastante buena forma el cuarto semestre de universidad, (todavía me quedan 6 más) y eso me dio un poco de paz y tranquilidad por un tiempo, pero pasó la fiesta de año nuevo y mi perspectiva del futuro me ha sobrepasado de angustia y agobio. No me siento capaz de enfrentar todo. No quiero ser responsable de un montón de gente adulta que debería ser responsable de sí misma. Mi hermana piensa que tiene 15 años y su hija actúa en consecuencia. Mi mamá se preocupa por todos y mi papá se niega a exigirle nada a nadie.  Cuando mis padres no estén mi hermana, mi sobrina y el bebé van a pasar hambre, porque yo no los mantendré.  Tengo dos hijos de quienes ocuparme y ellos son mi responsabilidad primordial. Es por ellos que trabajo todo el día y estudio en la noche, para darles un mejor futuro y mejores opciones.  No puedo hacerme cargo de gente que tuvo todas las opciones de estudio para armar su propia vida, pero, sin embargo, no puedo evitar sentirme responsable por ellas también y por mi mamá que siente que la depresión la embarga por la situación en la que está su hija, que se siente culpable por como resultó ser, porque no fue una mejor madre.  Pero ella en realidad hizo lo que pudo, también trabajaba todo el día para poder mantenernos y también ganaba una mugre. Considero que un buen hijo lo mínimo que puede hacer por sus padres es ahorrarle malos ratos y preocupaciones. ¿O no?  Espero hacerlo bien con mis hijos para que, llegado el momento, sean capaces de mantenerse solos y alcanzar sus metas y no necesiten de la caridad ajena para sobrevivir.
(P.D.:Imagen tomada de la red.)

lunes, 22 de febrero de 2016

Estoy bien.


Comencé este blog cuando nació me bebé, como una ayuda para mí, para tener un lugar en dónde dejar las ideas, los acontecimientos y los cambios que fuera sufriendo mi vida, ya que a veces no hay una persona real a quién molestar para que te escuche.  Pero desde que mi ángel nació he tenido tan poco tiempo para cualquier cosa que al final es muy poco lo que he escrito aquí.  Además, el año pasado nació mi otro bebé, que me dejó con menos tiempo todavía y, para colmo, se me ocurrió ponerme a estudiar, así que ahora, además de tener un trabajo y dos hijos, tengo que ir a la universidad y estudiar hasta las 11 de la noche, de marzo a enero (por causa del paro). Bueno, como no tengo tiempo para nada, tampoco tengo tiempo de aburrirme, la verdad.  
Las fiestas de final de año 2015, pasaron por mí, me pisotearon bien y me dejaron en medio de los exámenes y trabajos finales.  Cuando, finalmente llegaron las vacaciones, tenía tantas cosas pendientes que hacer, además de seguir trabajando, (porque vacaciones del trabajo no tendré porque dejé mis días libres para el año, y es que a causa de los estudios tendré que hacer prácticas todos los semestres y en eso gastaré mis días, para que nadie me ponga cara larga), que la labor de sacar adelante mis proyectos extras se volvió titánica.
Algo avancé en los trabajos pendientes, pero no mucho y, casi sin darme cuenta, ya estoy a una semana de marzo, otra vez, lo que me produce mucho estrés, porque sé que no tendré tiempo para mis niños hasta las cortísimas vacaciones de invierno.  Pero bueno, todo sea por darles una mejor vida en un futuro no tan lejano, espero.
Así y todo estoy bien, porque mis niños están bien, tengo trabajo, tengo la posibilidad de estudiar y tengo una familia que me ayuda a llevar todo mi buque adelante. Por lo que puedo decir que soy una persona afortunada y eso me hace feliz.
Espero que ustedes tengan la misma suerte que yo, en especial lo de los niños sanos y la familia que apoya. :)
(P.D: Imagen tomada de la red.)

miércoles, 16 de abril de 2014

Mi jefe


Siempre he considerado a los abogados como seres distintos, exteriormente parecidos al resto de los humanos, pero en esencia, otro tipo de ser. El concepto más claro que tengo de ellos es que (guardando las excepciones) son gente que si puede sacarte algo, aunque sea tiempo, te lo saca. Su concepto de la vida es que siempre tienen que ganar algo. Una actitud bastante bastarda para el común de las personas, pero que, si se piensa bien, en el caso de ellos es necesaria.  Nadie quiere un abogado que llegue al juicio pensando en perder. Mi jefe es notario y, por lo tanto, un abogado.
Este fin de semana ocurrió un desastre de proporciones en mi ciudad.  Lo que comenzó como un incendio forestal se convirtió en un infierno, que aún no ha sido controlado por completo, y que, según los últimos balances, ha destruído 2.900 viviendas, dejado 12.500 damnificados, 15 víctimas fatales y a la ciudad en "estado de excepción".
Dentro de ese contexto, mi jefe decidió no cobrar a los damnificados que necesitaran legalizar documentos.  Luego llegó la sugerencia del Ministerio de Justicia que decía lo mismo, pero mi jefe lo había decidido antes y eso me parece muy loable, considerando que ¿cuándo se ha visto a un abogado regalando algo, sin esperar nada a cambio?  Esas cosas no se ven todos los días y vale la pena destacarlas cuando tienes la suerte de toparte con ellas y apreciarlas en primera fila.
Nota: Cabe destacar que, a pesar del la solicitud del Ministerio, mi jefe siguió siendo el único que no le cobraba a los damnificados y lo siguió haciendo durante más de un año.
(P.D.:Imagen tomada de la red, de la página de 24Horas.cl).

viernes, 31 de enero de 2014

Gracias a Dios, es viernes.


Es interesante analizar el cómo una persona, con un simple comentario imbécil, te puede arruinar todo un día.  Llegas alegre al trabajo, no porque te guste estar ahí, si no porque estás feliz, contigo, con tu familia, con tu bebé, con que es viernes, con que dormiste bien después de dos semanas... Entras en la oficina, no alcanzas a llegar a tu asiento y ya te embarraron todo. ¿Qué haces? ¿Te molestas y dejas constancia de tu malestar, para que vean que las estupideces que te dicen para ser simpáticos no son simpáticas, porque quien las dice simplemente no tiene esa gracia? o ¿lo ignoras, haciéndole saber que lo que sea que hagan no te afecta, porque en realidad no son gente importante, sólo trabajas con ellos, pero tu vida y tu alegría están en otro lugar?
La cuestión es que sí te molestó y sí te sentiste mal y no es tan fácil ignorar los insultos disfrazados de broma, aunque vengan de alguien insignificante en tu vida, porque estás obligado a quedarte en ese mismo lugar por las siguientes 9 horas y no puedes irte a ningún otro sitio en donde, seguro, la molestia desaparecería en un instante, haciendo algo que te gusta y te permita observar de lejos la situación y darte cuenta de que en realidad lo que diga gente que no forma parte de tu vida... no tiene importancia.
(P.D.:Imagen tomada de la red.)

viernes, 15 de noviembre de 2013

Secar ropa en el microondas.

Acabo de establecer un hecho científico:
Se puede secar una polera en el microondas, pero hay que girarla cada cierto tiempo, igual que la comida que hay que revolverla, porque si la dejas en la misma posición, se quema.
Como la polera era de poliéster, la metí envuelta en un trapero de algodón (un trapero nuevo, sin uso) y se iba secando lo más bien, pero la dejé mucho rato sin cambiarla y se quemó.
Girándola cada 10 ó 20 segundos, no había problema. Además yo creo que sacándola antes de que se seque completamente es más seguro, así, con el mismo vapor quedaría más estirada.  Se me ocurre, porque quedó bien seca, pero más arrugada que un acordeón. 
Se lo conté a otra persona en un afán de compartir mi sumamente útil descubrimiento, pero, en lugar de ver la practicidad del mismo y decirme "que buen dato" y, luego de una expresión de perplejidad que le duró unos instantes, lanzó una carcajada que me dejó pensando en que quizás no era tan buen descubrimiento como yo creía.
(P.D.:Imagen tomada de la red.)